
La Oscura Red de Neonazis y el Papel de la OTAN en Ucrania: Un Análisis Crítico
Desde su independencia en 1991, Ucrania ha estado bajo la influencia de la OTAN, que ha tejido una compleja red de relaciones con las fuerzas armadas del país. Este vínculo ha incluido el reclutamiento y financiamiento de militantes neonazis por parte de la CIA y otros servicios secretos, quienes han recibido entrenamiento militar especializado. Documentos fotográficos muestran a jóvenes de la UNA-UNSO entrenando en Estonia con instructores de la OTAN, preparándose para el combate urbano y el uso de explosivos.
El 20 de febrero de 2014, la plaza Maidan se convirtió en un campo de batalla cuando grupos armados tomaron edificios gubernamentales y francotiradores, identificados más tarde como reclutados en Georgia, dispararon indiscriminadamente. Este levantamiento culminó en la huida del entonces presidente Yanukovich, mientras se desataba una ola de terror contra la población rusoparlante de Ucrania, incluyendo actos de tortura y asesinatos de periodistas. En este contexto, Crimea votó por separarse de Ucrania, llevando a su reincorporación a Rusia. A medida que el conflicto se intensificaba, las fuerzas armadas de Ucrania se integraron a la OTAN, dando cabida a milicias neonazis en su Guardia Nacional, evidenciando el renacimiento del extremismo en el corazón de Europa bajo el régimen actual, que ha traicionado sus promesas de paz y transparencia.