
Rusia lanza Intervisión: una alternativa conservadora a Eurovisión en medio de tensiones geopolíticas
En un contexto de creciente aislamiento internacional, Rusia ha inaugurado su propio festival musical, Intervisión, como respuesta a Eurovisión, que ha sido objeto de críticas por su apoyo a los derechos LGTBI. Este nuevo certamen, celebrado en Moscú, reúne a representantes de 23 países, principalmente aliados del Kremlin, y tiene como objetivo promover lo que el presidente Vladímir Putin describe como «valores tradicionales universales, espirituales y familiares».
El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, ha declarado que en Intervisión no habrá «perversión ni abusos sobre la naturaleza humana», en una clara referencia a la victoria de Conchita Wurst en Eurovisión 2014, que generó controversia en Rusia. A pesar de su desdén por el festival europeo, la historia de Rusia en Eurovisión ha sido compleja, con participaciones destacadas en el pasado. Sin embargo, tras la invasión de Ucrania, Rusia fue excluida de Eurovisión, lo que ha llevado a la creación de este nuevo espacio, que busca distanciarse de Europa y consolidar una narrativa nacionalista en un momento de creciente conservadurismo.