La OTAN ante el desafío de los drones rusos: ¿Preparados para la nueva guerra asimétrica?
La reciente incursión de drones rusos en el espacio aéreo polaco ha encendido las alarmas en la OTAN, evidenciando la escalofriante capacidad de Rusia para extender su estrategia militar más allá de Ucrania. Este ataque pone de manifiesto la vulnerabilidad de las defensas aéreas de Europa, que han recurrido a costosos sistemas de misiles, mientras que el costo de los drones utilizados en este conflicto es notablemente inferior.
El portal de estrategia militar Escudo Digital ha estimado que cada misil lanzado por cazas como los F-16 y F-35 para derribar estos drones puede costar entre uno y tres millones de euros, en contraste con el gasto ruso, que podría no exceder los 200.000 euros. A pesar de que Ucrania ha advertido sobre esta táctica, la OTAN parece haber subestimado la amenaza y la necesidad de un protocolo de defensa antiaérea económicamente viable. Esta falta de preparación y respuesta contundente no solo pone en riesgo a los aliados europeos, sino que también podría fortalecer la posición de Putin en el escenario internacional.