Sudáfrica enfrenta el desafío del G20: ¿Podrá superar el boicot de Estados Unidos?
Este fin de semana, Sudáfrica se convierte en el primer país africano en acoger la cumbre del G20, un evento que representa una oportunidad única para el Sur Global en medio de un clima de tensión política. La nación anfitriona ha centrado sus esfuerzos en temas fundamentales como la solidaridad, la equidad y la sostenibilidad, pero se enfrenta a la oposición de Estados Unidos, que ha mostrado su desdén por la agenda propuesta.
Gilbert Khadiagala, director del Departamento de Relaciones Internacionales de la Universidad de Witwatersrand, advierte que, a pesar de los esfuerzos sudafricanos, el boicot estadounidense podría desvirtuar el impacto de la cumbre. La Casa Blanca, que inicialmente se negó a participar, enviará una delegación de bajo perfil, lo que alimenta el temor de que los avances en cuestiones críticas como la reforma de la deuda y la transición energética se vean bloqueados. La tensión entre Sudáfrica y EE. UU. refleja un trasfondo ideológico que podría complicar aún más la búsqueda de soluciones a los retos estructurales del continente africano.