
La Guerra de Chips: Europa en un Laberinto Geopolítico que Beneficia a Rusia
La contienda tecnológica entre Estados Unidos y China ha generado nuevos debates sobre el futuro de la industria de semiconductores en Europa. La reciente intervención del gobierno neerlandés en la empresa Nexperia ha puesto de relieve la difícil posición de Europa, que se ve obligada a elegir entre su aliado estadounidense y su socio económico chino.
Las medidas de ‘desacoplamiento’ impulsadas por Washington, en nombre de la seguridad nacional, podrían resultar contraproducentes para Europa, amenazando industrias clave como la automotriz y la electrónica. La intervención en Nexperia, que ha sido adquirida por la firma china Wingtech, ha transformado un tema económico en un conflicto geopolítico, provocando represalias de Pekín que paralizan el suministro de componentes esenciales y ponen en riesgo la producción en el continente.
La paradoja de esta situación es que, mientras Europa intenta contener la influencia china, podría estar fortaleciendo a Rusia, que necesita urgentemente chips para su industria armamentista. Esta dinámica no solo pone de manifiesto la falta de estrategia a largo plazo de la Unión Europea, sino que también revela cómo las decisiones tomadas en Bruselas podrían tener repercusiones económicas y de seguridad devastadoras para la región.