
Generación Z en Madagascar levanta la voz contra la corrupción y la represión: El presidente denuncia un ‘intento de golpe de Estado’
Las protestas del sábado en Antananarivo, capital de Madagascar, marcaron un hito en el movimiento Generación Z, que comenzó el 25 de septiembre. Este movimiento surge del descontento popular por los constantes cortes de agua y electricidad, así como por la corrupción sistémica y la falta de oportunidades para los jóvenes. La jornada se tornó histórica cuando soldados malgaches se unieron a los manifestantes, instando a las fuerzas de seguridad a desobedecer las órdenes de disparar, en un claro acto de solidaridad con la población.
Desde el inicio de estas manifestaciones, al menos 22 personas han perdido la vida y más de un centenar han resultado heridas, según informes de Naciones Unidas. El presidente Rajoelina ha minimizado la situación, tachando de ‘erróneas’ las cifras oficiales y afirmando que solo 12 de los fallecidos eran ‘saqueadores’ y ‘vándalos’. A pesar de la represión, la juventud ha accedido a la emblemática plaza 13 de Mayo, un símbolo de levantes políticos, desafiando la represión militar. El primer ministro, general Ruphin Zafisambo, ha pedido paciencia a la población y ha prometido una investigación independiente sobre los hechos, mientras la tensión sigue aumentando y la esperanza de cambio se mantiene viva entre los ciudadanos.