
España y Marruecos ignoran la delimitación de aguas y el espacio aéreo del Sáhara, poniendo en riesgo a Canarias
En una nueva etapa de relaciones bilaterales, España y Marruecos han completado la apertura de las aduanas de Ceuta y Melilla, pero han dejado de lado temas críticos como la delimitación de aguas territoriales frente a Canarias y la gestión del espacio aéreo del Sáhara Occidental. El Parlamento marroquí aprobó unilateralmente en 2019 leyes que reclaman aguas del Sáhara, generando inquietud en el archipiélago canario por la posible superposición de fronteras marítimas.
Durante la XIII Reunión de Alto Nivel, presidida por el presidente español Pedro Sánchez y el primer ministro marroquí Aziz Ajanuch, se firmaron 14 acuerdos, pero solo se mencionó de manera superficial la cooperación aduanera. Mientras tanto, el funcionamiento real de las aduanas sigue siendo cuestionado, ya que los empresarios de Ceuta y Melilla alertan sobre la falta de seguridad jurídica y la ineficacia en las operaciones comerciales. La omisión de la delimitación de aguas y el espacio aéreo en la declaración final ha generado alarma en Canarias, donde su presidente, Fernando Clavijo, critica la falta de representación en las negociaciones y advierte sobre las posibles concesiones a Marruecos que afectarían la soberanía del archipiélago.