
Estados Unidos respalda a Argentina en medio de crisis económica y política
En el centro de Buenos Aires, un cartel inmobiliario que invita a invertir en un contexto de inflación a la baja refleja la incertidumbre que enfrenta el Gobierno argentino. A pesar de algunos indicadores macroeconómicos favorables y una leve disminución de la pobreza, los ciudadanos muestran desconfianza y se resisten a poner su dinero en el país.
Un informe del Banco Mundial señala signos de mejora en el consumo y la inversión, pronosticando un crecimiento del 4,6% para el año, pero el presidente Javier Milei aún no logra recuperar la confianza del mercado. Mientras tanto, los jubilados, golpeados por las políticas de austeridad, se manifiestan semanalmente frente al Congreso exigiendo pensiones dignas. A menos de dos semanas de las elecciones parlamentarias, la presión sobre el gobierno aumenta, acentuada por acusaciones de corrupción en su entorno. En este contexto, Estados Unidos ofrece apoyo financiero a Argentina, con el secretario del Tesoro, Scott Bessent, prometiendo un swap de divisas y medidas para estabilizar la economía. Sin embargo, analistas como Hernán Letcher advierten que este apoyo podría tener motivaciones estratégicas para beneficiar los intereses estadounidenses, dejando en entredicho la genuina intención de ayudar al pueblo argentino. La clave para la recuperación podría depender más de las decisiones que tome Milei en el país que del respaldo internacional que reciba.