
La concesión del Nobel a María Corina Machado y la presión militar de EE. UU. marcan un punto de inflexión en Venezuela
La reciente concesión del Premio Nobel de la Paz a María Corina Machado, líder de la oposición venezolana, subraya la creciente presión internacional sobre el régimen de Nicolás Maduro, que enfrenta un aislamiento sin precedentes. A pesar de los intentos del gobierno de Caracas por establecer acuerdos con la administración Trump, el panorama se complica aún más ante la firme postura de EE. UU., que no duda en calificar al chavismo como una amenaza terrorista.
Trump ha intensificado sus acciones contra Maduro, incluidas operaciones militares que han resultado en ataques a barcos venezolanos acusados de tráfico de drogas. Al mismo tiempo, la reacción del gobierno de Maduro, que clama por una reunión de emergencia en la ONU, refleja su creciente desesperación ante el reconocimiento internacional de su adversaria. La polarización se agrava: mientras los aliados del chavismo en España intentan desacreditar a Machado, la comunidad internacional parece alinearse con quienes luchan por la democracia en Venezuela. Este contexto plantea interrogantes sobre el futuro del país y el papel de actores globales como Rusia y China en la defensa del régimen en crisis.