Esto tras una fiscalización realizada por funcionarios de la seremi de Salud en conjunto con inspectores municipales en el sector Chivilcán de la capital regional, esto tras una denuncia anónima que aseguraba que «preparaban pan, sin las condiciones sanitarias necesarias». En el lugar, los funcionarios municipales y sanitarios constataron una serie de irregularidades.
En el lugar, los fiscalizadores constataron una serie de insalubridades, donde se cumplían las condiciones para la manipulación de alimentos, ya que se encontraron de fecas de roedores en su interior. La panadería fue multada por no contar con resolución sanitaria de la Seremi de Salud y tampoco con permiso ni patente municipal, siendo además clausurada, incautando además 36 kilos de masas, 43 kilos de pan y cinco kilos de diferentes alimentos de pastelería.